La homotoxicología

¿Qué terapias alternativas has probado para tratar el Intestino Irritable? Acupuntura, homeopatía, reflexología, hidroterapia de colon...
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Natytob
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Mensaje por Natytob »

LA HOMOTOXICOLOGÍA

Uno de los acontecimientos científicos más importantes que se ha producido después del descubrimiento del antibiótico, procede del campo de la medicina naturista y corresponde el mérito al patólogo e histólogo vienés Pischinger, al haber rescatado del anonimato al inofensivo y pasivo tejido conjuntivo, considerado durante años como un simple tejido de relleno entre las células, que a modo de cemento permitía ir colocando los ladrillos que formaban la estructura.
Pischinger, después de estudiar a fondo dicho tejido, llega a la conclusión de que lejos de ser considerado un tejido metabólicamente amorfo, constituye el sustrato orgánico en el cual tiene lugar la regulación básica del organismo vivo. El tejido conjuntivo está bañado por los líquidos extracelulares, y es precisamente en este "mar interno" donde se realizan las funciones vitales básicas del organismo: intercambio de oxígeno, agua, electrolitos, intercambio de sustancias nutritivas y de desecho, regulación del equilibrio ácido-base, las funciones inespecíficas de defensa, etc. Todas las regulaciones de tipo nervioso, humoral, vascular, linfático e inmunológico dependen de la calidad de este sistema "céluloambiental". Por tanto, las aportaciones de Aschner primero, Pischinger y colaboradores después y finalmente Reckeweg, constituyen una tríada fundamental en el futuro de la medicina.
Muchas de las incógnitas sobre los mecanismos de acción de la acupuntura, de la terapia humoral, de la homeopatía y de la homotoxicología, encuentran respuesta gracias al estudio de esta enorme caja de resonancia que constituye el tejido conjuntivo.
A nivel terapéutico también es muy probable que muchas de las enfermedades relacionadas con el tejido conjuntivo, como son la mayoría de las reumáticas, encuentren una respuesta definitiva en el mejor conocimiento de aquél, llegando incluso los más optimistas a bautizarlo como el superórgano.
H.H. Reckeweg (1905-1985), médico homeópata alemán, desarrolló el concepto científico de la terapia antihomotóxica y de la homotoxicología. Para Reckeweg, todos los procesos corporales, sean de naturaleza fisiológica o patológica, se realizan gracias a la transformación de compuestos químicos.
Las enfermedades no son más que la expresión de defensa del organismo contra sus propias toxinas, que él denomina homotoxinas, o el esfuerzo del mismo organismo para compensar los daños causados por éstas.
Bajo el concepto de homotoxina se engloban todas las sustancias tóxicas e intolerables para el hombre, tanto si son de origen exógeno como endógeno. Etimológicamente, el término homotoxina, del latín homo, hombre, y del griego toxon, toxina, significa toxina humana y con él se intenta recalcar la acción tóxica específica sobre el hombre, ya que una misma sustancia puede actuar de forma diferente sobre distintas especies biológicas. Con este término se definen también aquellas sustancias propias del organismo tales como: colesterol, ácido úrico, urea, etc., que aun siendo fisiológicas, cuando se hallan en exceso son origen de enfermedades.
Para Reckeweg, las enfermedades son procesos biológicos de gran importancia, cuyo objetivo consiste en eliminar las lesiones provocadas por éstas. Por el contrario, la salud debe considerarse como la ausencia de homotoxinas o lesiones hemotóxicas. Por consiguiente, el término curación significa la eliminación de éstas.

¿CÓMO REACCIONA EL ORGANISMO FRENTE A LAS HOMOTOXINAS?

El doctor Reckeweg establece dos estadios y distintas fases en el desarrollo de la enfermedad.
_Estadio humoral; Fase de excreción, fase de reacción y fase de depósito.
_Estadio celular; Fase de impregnación, fase degenerativa y fase neoplásica.

Ante la acción de cualquier estímulo nocivo, el organismo siempre tiende a recuperar su equilibrio biológico, y para ello pone en marcha una complejísima serie de mecanismos de compensación.
En un primer momento, el organismo intenta eliminar la homotoxina mediante una reacción de defensa aguda, de carácter local. Por ejemplo, en una infección de las vías respiratorias altas aparece una reacción catarral a nivel de mucosas, en forma de mucosidades, estornudos, lagrimeo, tos, flemas, ocasionalmente poliuriua, sudoración, es decir, se produce un aumento de la excreción de homotoxinas.
En ningún caso estos procesos de autodepuración del organismo que se manifiestan en forma de síntomas patológicos deben ser suprimidos mediante medicamentos, sino todo lo contrario, han de ser ayudados terapéuticamente con todas aquellas medidas que faciliten la eliminación de homotoxinas, como el ayuno terapéutico, medidas de sudoración, enemas o dietas bajas en proteínas, o que constituyen una terapia adecuada, no tan sólo en relación a la enfermedad aguda, sino también a una depuración general de los líquidos y tejidos del organismo. Las enfermedades de la fase de excreción constituyen un intento del propio organismo de eliminar las homotoxinas.
Por ejemplo, en caso de resfriado común (afección vírica de las vías respiratorias) es mucho más sensato tomar medidas que ayuden a fluidificar las secreciones (vahos, infusiones de saúco, tila, saunas, compresas sudoríficas, ingesta abundante de líquidos), procurando no sobrecargar el organismo con una alimentación inadecuada (mucho mejor pasar las primeras veinticuatro a cuarenta y ocho horas, a base de caldos vegetales y zumos de fruta ) y permitirle descansar, que dedicarse a bombardear el organismo con antibióticos (ineficaces ante los virus), antihistamínicos (impiden la eliminación de las secreciones) y otros fármacos “anti”, cuya función es suprimir los síntomas que acompañan el resfriado y cuyo resultado suele ser que el resfriado de siete días se prolongue a quince, o reaparezca de nuevo a las dos semanas.
Si el organismo, a pesar de las medidas de eliminación expuestas, no es capaz de salvar la situación, intentará liberarse de las homotoxinas mediante la inflamación. El cuerpo reacciona con eccemas, abscesos, forúnculos, eritemas e inflamación de las mucosas. Las enfermedades en la fase de reacción están representadas por inflamaciones de todo tipo (artritis, colitis, gastritis, amigdalitis).
Independientemente de la causa que las origina, estas enfermedades actúan, desde un punto de vista homotoxicológico, como un sistema de defensa contra las homotoxinas. La reacción en forma de enfermedad aguda- resfriado, amigdalitis, gastroenteritis, etc.- del organismo sano constituye la medida más adecuada para favorecer la eliminación de las homotoxinas, evitando así la aparición de lesiones de mayor importancia.
Cuando el organismo ya no es capaz de eliminar sus homotoxinas, ni mediante un aumento de la excreción ni por medio de reacciones inflamatorias, intentará debilitar la acción de éstas, derivándolas hacia las zonas de depósito. Empieza la fase de depósito; ésta se lleva a cabo de acuerdo con la jerarquía de los tejidos: inicialmente el tejido conjuntivo será el más afectado, actuando como un gran almacén de desperdicios.
El tejido conjuntivo que se halladistribuido entre las células de todo el organismo actúa como sistema de comunicación neural, hormonal, vascular y linfática, así como mediador de toas las funciones de la célula con el exterior. El progresivo deterioro de este tejido dará lugar a alteraciones funcionales de todo tipo. En esta fase aparecen fundamentalmente dolores musculares y las enfermedades reumáticas.
Cuando la capacidad de almacenamiento del tejido conjuntivo es sobrepasada, empieza el depósito de homotoxinas en zonas y órganos nobles del organismo.
Si en este momento no se realiza una eliminación de homotoxinas, por ejemplo, a través de una enfermedad aguda que ayude a eliminarlas, o mediante la ayuda de una terapia derivativa- ayuno, sangrías, ventosas, dieta, sudoración, lavativas, etc.-, el proceso degenerativo sigue progresando hasta el estadio de patología celular, que se detecta a través de lesiones orgánicas avanzadas: procesos inflamatorios crónicos severos con destrucción y degeneración celular, lesiones parenquimatosas hepáticas y renales, artrosis deformante, arteriosclerosis generalizada. En este estadio la afectación de la estructura orgánica es tan profunda que ya no es posible una recuperación ad integrum.
Este terreno también es adecuado para el desarrollo de cáncer dado que la falta de depuración de los líquidos orgánicos y el encharcamiento de las vías de tránsito alteran el metabolismo celular, bloquean los biocatalizadores y favorecen la degeneración en los procesos metabólicos, en el sentido de un crecimiento neoplásico.
Con toda seguridad, el tumor primitivo no constituye una enfermedad local que pueda ser solucionada con el bisturí y la radiación. El tumor primitivo es una enfermedad global del individuo, de múltiples causas y que se acompaña de profundas alteraciones metabólicas, antes de que finalmente se manifieste en forma de tumoración.

Extraído del libro; Manual de medicina natural
Dr Miquel Pros
Dr Frederic Viñas
ernesto CNTR
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Mensaje por ernesto CNTR »

como siempre gracias por la info. siempre es bienbenida.
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