Muy interesante el AARTICULO ... "enjuiciamiento crítico de los trastornos llamados funcionales "....
http://www.fihu-diagnostico.org.pe/revi ... 9-243.html
..transcribo algo sobre el SII (ex CI)... es para leerlo...El autor es el Dr. Raúl León-Barúa, peruano, apoyado en mucha bibliografIa.
Síndrome de intestino irritable (SII)
Tiempo atrás, el SII era denominado "colitis pseudomembranosa" o "colon irritable".
Después, al descubrirse que el intestino delgado también suele estar implicado en el proceso, el nombre fue cambiado a SII.
Y aún esta designación podría ser insuficiente, ya que, asociados a los síntomas del SII, pueden aparecer otros que sin lugar a dudas tienen su origen en el esófago, estómago u órganos fuera del aparato digestivo, v.g., la vejiga urinaria (21).
El SII es definido como dolor abdominal recurrente de origen intestinal, es decir, que se alivia con la expulsión de flatos o la defecación, y que suele acompañarse de meteorismo y transtornos en el ritmo defecatorio; en algunos casos hay predominancia de diarrea, en otros predominancia de estreñimiento, y en otros, finalmente, alternancia de diarrea y estreñimiento (22, 23).
Las bases fisiopatológicas para estos transtornos son, aparentemente, incremento en la sensibilidad dolorosa visceral (o reducción en el umbral doloroso del intestino), y anormalidades en la motilidad intestinal. Todas estas alteraciones fisiopatológicas serían debidas, a su vez, a participación de factores psicosociales, modulación por el sistema nervioso central, y actividad autonómica (22, 23).
En lugar de calificar al intestino como "irritable", lo cual estaría indicando que responde constantemente en forma exagerada a estímulos, sería más apropiado llamarle "hipersensible", por el incremento en la sensibilidad dolorosa visceral que lo caracteriza. Y, como las alteraciones motoras no parecen ser siempre del tipo de hipersino también, otras veces, de hipomotilidad, sería conveniente agregar la denominación de "dismotilidad". El nombre de SII sería cambiado, pues, por el de "síndrome de intestino hiperalgésico y dismotílico". Pero esto, lógicamente, resultaría muy complicado.
Lo que estamos haciendo por el momento es analizar, por separado, los síntomas del SII, vale decir, el dolor abdominal recurrente de origen intestinal, la flatulencia, el estreñimiento y la diarrea.
Sobre flatulencia, publicamos recientemente lo que ya hemos avanzado (24). En la actualidad, estamos estudiando, además, el valor de la prueba de fermentación fecal basal (25-31) y con adición de lactulosa para explicar y manejar mejor lo que pasa en el intestino de pacientes con problemas por gas. También, vamos a medir el área de las burbujas de gas presentes en el colon, en una radiografía de abdomen simple tomada en pacientes con flatulencia (especialmente con meteorismo) en condiciones basales y después de tratamiento con procinéticos que tienen efecto sobre la motilidad intestinal.
En lo que respecta al dolor abdominal recurrente de origen intestinal, estamos precisando todos los posibles factores determinantes del proceso,
incluyendo por supuesto factores psicológicos. En varios trabajos, con ayuda de alumnos de medicina, hemos determinado las prevalencias del SII en diversos grupos de población y su correlación con depresión (32-34). Depresión reduce el umbral de sensibilidad dolorosa (22, 23), lo cual podría ser la explicación de la hipersensibilidad a la distensión de asas intestinales presente en el SII. Algunos autores han expresado dudas en lo que respecta a la correlación entre depresión y SII, descrita por primera vez años atrás (35); esos autores piensan que en los estudios que parecen demostrar la correlación hay un sesgo consistente en que individuos con SII consultan más con médicos cuando están deprimidos, lo cual, lógicamente, originaría una correlación artificial entre ambos procesos (22,23). El hecho de que hayamos encontrado consistentemente correlación entre depresión y SII en grupos de población, y no sólo en pacientes vistos en consulta, desvirtúa la objeción descrita.
Aunque nos falta todavía mucho por investigar, tenemos desde ya la impresión de que problemas intestinales con posibilidad diagnóstica de SII según criterios recomendados internacionalmente, v.g., los criterios de Manning (36),
podrían tener factores determinantes que varían geográficamente, dependiendo de las prevalencias de infecciones y parasitosis intestinales, sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (37), malabsorción de lactosa (38,39), etc., encontradas en los diversos países y regiones del mundo.
Para estudiar el estreñimiento, hemos reiniciado el empleo de sencillos métodos para investigar la velocidad del tránsito intestinal que creáramos años atrás (40-43). Con esos métodos, se determinan fácilmente los tiempos de tránsito intestinal total, en el colon derecho, y en el colon izquierdo. Entre otras cosas, pensamos investigar la relación entre los tiempos de tránsito colónico y la fermentación intestinal.
Finalmente, en lo que respecta a diarrea crónica, ya sea continua o recurrente, hemos precisado que en el 24.1% de los casos está presente un síndrome de intestino delgado contaminado (37); en alrededor del 20%, antecedente de colecistectomia con el consiguiente flujo excesivo de sales biliares hacia el intestino, especialmente el colon, y su acción catártica, disturbio potencialmente corregible mediante el suministro de una resina de intercambio iónico, v.g., cholestyramine o cholestipol (44); y en el 40%, colitis microscópica (45), perfectamente tratable con subsalicilato de bismuto (45,46).
Espero que, con los estudios que estamos realizando y la ayuda de una visión clínica, integral, de los problemas abordados, podamos a corto plazo explicar y manejar mejor el síndrome de intestino no exclusivamente "funcional" y muy probablemente hiperalgésico y dismotílico (¿Síndrome de intestino hiperalgésico y dismotílico, SIHYD?).
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saludos,