Ojalá eso que dices fuera cierto...Siscu escribió:Desde luego que tener un hijo cambia mucho a una mujer, físicamente y mentalmente, decían que las madres nunca se ponen malas, vosotros recordáis a vuestras madres enfermas de algo (que no sea algo grave, claro...) alguna vez? Yo a la mía prácticamente nunca, jejeje
Mi madre me contaba que cuando una mujer da a luz muchos de sus males también se van, es como si el cuerpo de la mujer se reacondicionase y se preparase para defender y luchar por la vida del peque que ha traído al mundo.
Aunque un problema digestivo como este está ahí y los daños de tiempo anterior se hacen notar, que se le va a hacer...
En mi caso no ha sido así para nada. Tener un bebé en las mujeres celiacas como yo hace que todo se agudice. En mi caso, los trastornos asociados. Incluso en muchas es el detonante para la aparición de la enfermedad, latente hasta ese momento. En lugar de poder disfrutar del bebé, de los momentos tan maravillosos que te da día a día, se convirtió en una agonía, pues yo no podía con mi alma, a pesar de luchar con todas mis fuerzas. Créeme que la tortura mental de saber que no puedes pararte, que no puedes dejar de hacer lo que debes hacer, pues esa pequeña criaturita depende de ti, es terrible. De la misma manera que una persona parapléjica no se puede levantar de su silla de ruedas, el deterioro físico (aunque no sea evidente con una silla) no se puede superar por mucho empeño que le pongas. Llegarás a límites inhumanos de autosuperación, pero el límite está ahí. Cuando el cuerpo se está envenendo, hagas lo que hagas seguirás cayendo en picado.
. Fue muy difícil, pero afortunadamente tanto el bebé como yo estábamos sanos en todo momento, y él nació muy bien y está creciendo sano; y yo me recuperé del embarazo bien, simplemente el SII continía en mi vida; pero es cierto que ahora no puedo prestarle tanta atención a mis males, porque primero va el bebé, sus necesidades, sus cuidados, y si a mí me duele algo, pues tengo que apechugar. No es sencillo, pero un hijo lo compensa todo, de verdad.
(hala, hala, a darte más ganas aún... 
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