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Publicado: Lun Ene 10, 2005 12:35 pm
Hola a todos. En primer lugar, agradecer la divulgación mediante este foro de opiniones así como consejos ofrecidos por parte de personas que padecemos SII. Dar las gracias, asimismo, a las personas que han opinado e, incluso, ofrecido remedios.
Comentar que en la actualidad padezco el síndrome de colon irritable. En cuanto a mis remedios, señalar que suelo recurrir a las semillas de lino en períodos de estreñimiento y a la harina de algarrobo en períodos de diarrea, (con una cucharadita pequeña es suficiente). El hinojo se aconseja en caso de gases y el regaliz para la acidez y determinados problemas estomacales, pero sin abusar, dado que provoca hipertensión.
En caso de sufrir ansiedad, debido sin duda a la impotencia así como a las limitaciones y merma de calidad de vida que nos supone esta enfermedad, recurro a bajas dosis de valeriana.
Para los espasmos no hay nada mejor que un antiespasmódico: duspatalin, por ejemplo. Algunos médicos recomiendan plantagon (plantaben) que en mi caso resultó fatal. Y es que no todos lo toleran igual de bien, así que procedí a suprimirlo. Es vital incrementar las dosis de fibra (prueben el salvado de trigo), así como limitar la toma de leche (en caso de intolerancia), de té, café y bebidas gaseosas. Es muy recomendable tomar infusiones tras la comida. Por ejemplo, "erbacalm" o "infurelax" combinada con "infudigest" o manzanilla.
Deciros que las habas no siempre van bien, así como las legumbres. Puede resultar bien sustituir el pan normal por el de maíz.
Es vital beber mucha agua, y en los períodos de diarrea aún más, además de otros líquidos, como es el caso de las bebidas isotónicas, por citar un ejemplo. No se debe abusar de los fritos ni las grasas (mejor eliminarlos completamente de la dieta, aunque soy consciente de que resulta bastante difícil). Hay que estar atentos y observarse tras ingerir determinados alimentos para valorar su reacción en nuestro organismo, pero no caer en la tentación de la hipervigilancia, esto es, estar constantemente pendientes de nuestras sensaciones internas, lo que no hace sino agravar aún más la problemática. No hay que obsesionarse, por tanto. No se debe comer rápido, hay que masticar bien.
Ingerir proteínas y verduras es aconsejable, así como disminuir el consumo de chicle, por la cosa de los gases.
Se debe ingerir poca cantidad de alimento y realizar varias comidas (4 ó 5) al día.
Los picantes o excitantes son del todo desaconsejables.
Antes de las comidas, se puede tomar alguna cápsula de alcachofa, que es buena para las digestiones. Hay que procurar evitar los laxantes, que a largo plazo resultan tan perjudiciales. Es preferible lo que os comentaba.
He leído que algunos habéis experimentado pérdidas de peso. Yo llevo ya más de 10 kg.
Por último, quisiera recomendar asimismo el aceite de alcaravea (combinado con aceite de menta). Como ven, ésta es la única forma de suavizar los síntomes que esta enfemedad trae consigo. No os agobiéis si vuestro médico atribuye la enfermedad a la ansiedad (suele pasar), o si os regala comentarios del tipo: “Relájese amigo. No piense tanto”. Hay incluso alguno que se limita a señalar que se trata de un trastorno crónico, sin cura, que surge en determinados períodos (estrés), y que hemos de ser pacientes. Creo, personalmente, que hay que padecerlo para poder así comprender tanto el alcance como las limitaciones que supone. Un saludo a todos y no duden en escribirme si les apetece.
Les deseo mucha suerte (aleitza@hotmail.com).
Comentar que en la actualidad padezco el síndrome de colon irritable. En cuanto a mis remedios, señalar que suelo recurrir a las semillas de lino en períodos de estreñimiento y a la harina de algarrobo en períodos de diarrea, (con una cucharadita pequeña es suficiente). El hinojo se aconseja en caso de gases y el regaliz para la acidez y determinados problemas estomacales, pero sin abusar, dado que provoca hipertensión.
En caso de sufrir ansiedad, debido sin duda a la impotencia así como a las limitaciones y merma de calidad de vida que nos supone esta enfermedad, recurro a bajas dosis de valeriana.
Para los espasmos no hay nada mejor que un antiespasmódico: duspatalin, por ejemplo. Algunos médicos recomiendan plantagon (plantaben) que en mi caso resultó fatal. Y es que no todos lo toleran igual de bien, así que procedí a suprimirlo. Es vital incrementar las dosis de fibra (prueben el salvado de trigo), así como limitar la toma de leche (en caso de intolerancia), de té, café y bebidas gaseosas. Es muy recomendable tomar infusiones tras la comida. Por ejemplo, "erbacalm" o "infurelax" combinada con "infudigest" o manzanilla.
Deciros que las habas no siempre van bien, así como las legumbres. Puede resultar bien sustituir el pan normal por el de maíz.
Es vital beber mucha agua, y en los períodos de diarrea aún más, además de otros líquidos, como es el caso de las bebidas isotónicas, por citar un ejemplo. No se debe abusar de los fritos ni las grasas (mejor eliminarlos completamente de la dieta, aunque soy consciente de que resulta bastante difícil). Hay que estar atentos y observarse tras ingerir determinados alimentos para valorar su reacción en nuestro organismo, pero no caer en la tentación de la hipervigilancia, esto es, estar constantemente pendientes de nuestras sensaciones internas, lo que no hace sino agravar aún más la problemática. No hay que obsesionarse, por tanto. No se debe comer rápido, hay que masticar bien.
Ingerir proteínas y verduras es aconsejable, así como disminuir el consumo de chicle, por la cosa de los gases.
Se debe ingerir poca cantidad de alimento y realizar varias comidas (4 ó 5) al día.
Los picantes o excitantes son del todo desaconsejables.
Antes de las comidas, se puede tomar alguna cápsula de alcachofa, que es buena para las digestiones. Hay que procurar evitar los laxantes, que a largo plazo resultan tan perjudiciales. Es preferible lo que os comentaba.
He leído que algunos habéis experimentado pérdidas de peso. Yo llevo ya más de 10 kg.
Por último, quisiera recomendar asimismo el aceite de alcaravea (combinado con aceite de menta). Como ven, ésta es la única forma de suavizar los síntomes que esta enfemedad trae consigo. No os agobiéis si vuestro médico atribuye la enfermedad a la ansiedad (suele pasar), o si os regala comentarios del tipo: “Relájese amigo. No piense tanto”. Hay incluso alguno que se limita a señalar que se trata de un trastorno crónico, sin cura, que surge en determinados períodos (estrés), y que hemos de ser pacientes. Creo, personalmente, que hay que padecerlo para poder así comprender tanto el alcance como las limitaciones que supone. Un saludo a todos y no duden en escribirme si les apetece.
Les deseo mucha suerte (aleitza@hotmail.com).